jueves, 1 de febrero de 2007

pasos



Se supone que donde uno tiene los pies es donde esta...

bueno, bueno,no creo que siempre. A veces dejo mis zapatos clavados al suelo de Paris, y mientras tanto viajo. Llevo mis pasos (pasos que no se dan con los pies) a calles de otras ciudades, unas conocidas y otras no, hablo con gente que esta lejos, visito casas que es posible no vea jamas... y asi paso el rato. Cuando la cabeza se me emborrona me escapo. Y asi me voy salvando. Porque si uno no se sabe escapar de vez en cuando, esta atrapado para siempre.

Asi que ahora que estoy en el trabajo y necesito escapar, voy a ver si me paso una tarde en Lisboa, paseando por callejuelas estrechas, tomando limonada en algun cafe, seguro que hara buen tiempo, quiza coja el tranvia...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Susana, aquí un compañero de viajes. Yo ya me he escapado un poquito leyendo tu mensajillo, gracias. Pero si la mañana sigue así, seguramente repita. Aún no tengo muy claro si iré a Oslo o si, por el contrario, intentaré bailar samba en alguna ciudad pequeñita de brasil. Espero encontrarme con alguno de los integrantes de este blog...