miércoles, 14 de febrero de 2007

cines aliatar

Al final muere...

Eso es lo que ha pasado con los Cines Aliatar en Granada. Casi el último reducto que quedaba en esta ciudad para ver películas menos comerciales de lo normal ha cerrado sus puertas. Dicen los dueños que no era rentable. A mí que me gustaba ir a este cine sobre todo cuando no había nadie en la sala, que era lo normal últimamente, se me ha acabado el rollo. Me encantaba ese ambiente un poco rancio de sala pequeña y butacas desvencijadas. En mi memoria guardo con un cariño especial la sintonía de Movierecord mientras buscaba la buena postura en el asiento, los descuentos con el carnet de estudiante cuando ya hacía tiempo que había dejado la universidad, la subida de las escaleras corriendo porque empezaba la sesión, la búsqueda en la cola de alguien que también fuera solo el jueves y pillar la entrada del día de la pareja. En Aliatar me he refugiado muchas tardes solitarias al abrigo de una buena peli. Allí he llorado y me he reído de lo lindo, presencié una pelea, el sonido que se va, la imagen que se alarga. Antes guardaba las entradas, luego me cansé y las tiré. Ahora no sé si arrepentirme.

Aprovechemos para disfrutar de Granada 10 que le quedan también dos telediarios. Un cine donde hay sofás en vez de butacas; te puedes tomar una copa, refresco, cerveza; se puede fumar, a mí me jode un poco pero lo perdono por tradición...

No hay comentarios: