la voltios

El niño Clemente creció en un ambiente rancio y santurrón ya que su queridísima madre, beata fanática, le confeccionaba toda clase de sotanas y elementos litúrgicos para que oficiara misas infantiles en su barrio de Sevilla allá por los años cincuenta. A comienzos de los setenta y después de varios intentos infructuosos de ingresar en una orden religiosa, Clemente, ferviente católico y seguidor del más trasnochado franquismo, sufría al ver el nido de masones en el que se había convertido la Iglesia Católica y lo descarriada que estaba la sociedad española. Atormentado por tales pensamientos iba paseando absorto por los campos de El Palmar de Troya cuando se le apareció la mismísima Virgen María y le dio instrucciones para salvar a la Iglesia y restablecer el orden en el mundo. Así se convierte en el mayor visionario de santos celestiales de la historia mundial habiendo establecido contacto con más de 70 miembros del santoral.

Después vendrán las apariciones con milagro como los estigmas sangrantes que según sus fieles en un solo día han llegado a supurar hasta 15 litrazos de sangre; el milagro también de la donación de 16 minolles de pesetas de una anciana baronesa que les permitió comprar la finca La Alcaparra donde sucedían las apariciones; la fundación de la Orden de las Carmelitas de la Santa Faz y la construcción del templo donde rápidamente empezaron a ordenar sacerdotes y obispos por mediación de un arzobispo vietnamita un poco cabreado con el Vaticano; el accidente de coche donde Clemente perdió los dos ojos; y por último la proclamación de Clemente como el nuevo Papa Gregorio XVII por parte de Nuestro Señor Jesucristo de forma directa y sin necesidad de intermediarios. A partir de ahí vienen las canonizaciones a Franco, Primo de Rivera, Carrero Blanco y amigos y comienza la Santa Cruzada Española contra el comunismo.

Cuando Clemente entraba en éxtasis, que según sus fieles eran de gran profundidad y belleza indescriptible, recibía mensajes celestiales con instrucciones para librar a la Iglesia Católica de la herejía y del comunismo, proclamando la vuelta a la doctrina medieval católica con misas en latín, la obligatoriedad de vestir ropas decorosas y la penitencia en forma de duros castigos corporales.

Nota al margen: A estas alturas de la película hay que decir que en los años sesenta Clemente era conocido como La Voltios en los lugares de ambiente de Sevilla donde hasta entonces hacía sus pinitos como chapero.