miércoles, 17 de septiembre de 2008

depresión post-party

Nos suele pasar a todos. Te pegas un festival de la hostia y al día siguiente te entra una bajona que ni los mejores libros de autoayuda pueden mitigar. Los que estuvimos ultimamente de fiestas pueblerinas estamos un poco así. La Pícara ha ido más lejos, pues su depresión post-party viene acompañada de una pérdida de cartera en algún bar de los muchos que visitó la noche del sábado. Si se la encuentran devuélvanla porque está muy muy decaída y amenaza con el hacer el mal por los bares de Granada. Como se ponga muy rebelde, a lo mejor le tengo que tatuar en el brazo "Soy una sucursal de Maculi".

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Oiga, que yo soy muy buena gente... que eso de la malignidad es una leyenda urbana, como lo de la mermelada y el perro o lo de las palomitas y los móviles. Ya veremos esta noche...

anisdelmono dijo...

es verdad que si pones un huevo entre dos móviles y llamas se cuece, que alguna vez todos hemos puesto mermelada en algún sitio para que nos chupen, pero que seamos malos, eso no es verdad.Si no se lo creen, miren mi próxima entrada...

el master dijo...

Yo tuve un pedo criminal hace poco y a parte de llegar a casa con el movil jodido y bien jodido después de las diez de la mañana al dia siguiente sufrí una resaca caracterizada sobre todo por la ausencia de energía de ningun tipo en mi cuerpo a partir de las 7 que es la hora a la que me levanté. Hacia las nueve la ausencia de energía se empezó a transformar en malestar y hacia la una ya me sentía un poco mejor y me fui a dormir. En resumen, que la noche sirvió para pasármelo bien, pero más sirvió el sufrimiento del dia siguiente para reafirmarme en el camino pánzer, en su versión más ayurvédica.