miércoles, 16 de septiembre de 2009

magia borrás en la caixa

La incompetencia y la falta de profesionalidad de ciertos empleados de la banca española es de tamaño descomunal. Hoy he tenido una de esas experiencias, que podríamos denominar "la manera más tonta de pillar un cabreo" que ha estado a punto de dejarme con 40€ menos en el bolsillo.

Me voy a la oficina de La Caixa de Gran Vía para realizar un ingreso en una cuenta. Como eran las once de la mañana me dice la chica de la ventanilla que no lo puede hacer porque "los ingresos a cuentas que no son de tu propiedad son hasta las diez y media". Le digo que no hay nadie a esa hora y que qué le importa. No es que no quiera es que la aplicación informática no le deja. Sin embargo me aconseja que utilice el cajero que hay dentro de la oficina donde puedo hacer ingresos sin sobre, que son inmediatos. Me pongo a realizar el ingreso y en estas estoy cuando llegan Susa y Javi. Estos son mis testigos, aunque Javi dice que no vale porque somos hermanos, familia y compañeros de ocio. Cuando se abre la ventana que se traga el dinero, introduzco 3 billetes de 20€. A continuación la pantalla me dice que he metido 20€ sólo y yo digo NOOO! Pulso Cancelar Operación y cuando se vuelve a abrir la ventanita para devolverme las pelas aparece un único billete. ¿Dónde están los otros dos?

Voy a reclamarle a un señor muy trajeado, Francisco, y me dice que "si la máquina te ha devuelto 20€ sólo habrías metido 20€, porque si se atasca aparece un mensaje de error en pantalla y no te deja seguir haciendo nada". O sea que lo primero que hace es dejarme por mentirosa, la Timadora del Cajero ha llegado a la ciudad. Me quiere convencer diciéndome que ya me llamaran cuando hagan las cuentas y yo le digo que abran la máquina... me dice que hasta dentro de 20 minutos no se puede... Total que con un cabreo que rozaba ya el techo de la oficina y por no hacer esperar más a la familia y compañeros de ocio me voy a desayunar.

A la vuelta de tan rico reconstituyente me presento otra vez en la oficina y cual no será mi sorpresa al enterarme, me informa D. Francisco, de que han contado el dinero del cajero y está todo correcto, no sobran 40€ euros ni nada que se le parezca, adios muy buenas. Que por ahí sólo había pasado un billete, el mismo que me devolvió cuando cancelé la operación. No era de Sevilla pero telepáticamente me llegó un mensaje de Paco que decía "Eso eh asi, mi arma". Como me acababa de tomar un colacao, en ese momento me da una subida de leches y empiezo a acordarme de toda la familia de los empleados de esa oficina pues a estas alturas de la película me estaban mirando todos con cara de a-nosotros-no-nos-vas-a-engañar. La empleada simpática, Andrea, empieza a decirme que igual me he confundido, que a veces pasa, que crees que había tres billetes y sólo había uno.

Yo que estaba más segura en ese momento de que metí tres billetes en el cajero que de que no era virgen me empiezo a acordar de fenómenos paranormales y juguetes infantiles que hacen desaparecer materia sólida. Tres respiraciones fuertes y una sacudida de cabeza. Les pido la Hoja de Reclamaciones, y Francisco muy diligente me la busca. Andreita se pone nerviosa y se acuerda de una experiencia que tuvo en otra oficina de Vergeles, en la que unos billetes aparecieron misteriosamente en el mecanismo del cajero. Paco no se lo cree, dice que "eso es imposible". Andreita le insiste muy educadamente pues D. Francisco debe de ser de rango superior. Al final traen la llave y empiezan a desmontar el cajero. A esas horas, entre clientes y empleados, ya teníamos un público de unas 30 personas, cantidad nada desdeñable en vista del escaso aforo de otros espectáculos mucho más divertidos. Tres tornillos y un plancha de metal después aparece el interior del aparatete con un billete de 20€ posado entre unos cables cubiertos de dos dedos de polvo o otro en la parte de arriba de una especie de cpu. Las palabras de Francisco... "Los dos teníamos razón. Tú que habías metido tres billetes de 20€ y yo que aseguraba que sólo uno había pasado por el lector de billetes". Los cuchillos estaban fuera de mi alcance así se ha evitado que hoy cometa un homicidio mañanero. Andreita para relajar dice "el otro día una señora nos acusaba de que no le habíamos hecho un ingreso, nos insultó delante de todo el mundo y luego tuvo que venir a pedir disculpas porque se había confundido".

Como me sentía bastante gilipollas he pedido la Hoja de Reclamaciones y he redactado una queja con la que se reirá un rato algún funcionario aburrido.

Ya lo sabeis niños... "Con las cosas de los mayores no se juega".

2 comentarios:

elena dijo...

me acaban de llamar de atención al cliente de la caixa para decirme que les llegó mi reclamación; que les contara mi versión de los hechos; pedirme mil perdones; darme las gracias por reclamar; y asegurarme que iban a arreglar los cajeros para que no volviera a pasar. ups!

marracanudo dijo...

Eso me pasó a mí en un cajero de caixa catalunya, en fin de semana y con más de 300 euros.

Estuve a punto de quemar el cajero cuando me dijeron que era habitual, que el lunes se darían cuenta los de la oficina...