jueves, 2 de agosto de 2007

soy de aragón, baby

Si llegas un 21 de julio a Sallent de Gállego, en pleno Valle de Tena, habiendo dejado casi 40ºC en Granada, Madrid y Zaragoza y aquí no llegamos ni a los 20ºC, quiere decir que hace frío. Primera misión del Master, Borja y Elena: encontrar al resto de la expedición porque tienen nuestra ropa de abrigo. Una vez que atravesamos todo el mogollón del festival con un Master of Puppets todo azogao por la presencia femenina cercana nos encontramos a Guille, Fernando, Alba y Pablo con todo el material desparramado por el suelo. Como nos da pereza empezar a ordenar... mejor nos tomamos una cervecita en el festival. Guille, Alba y Fer se van a dormir y nosotros prometemos que subiremos, cual Cenicienta, antes de la medianoche, con el frontal encendido para no perdernos y con sólo una copa de más. Menos mal que nos subió una pareja en coche porque el camino hasta la Sarra era largo y ya hacía rato que habían dado las doce. Sobre nuestras cabezas volaba un tirón de orejas del papa Guille.

La mañana nos recibió con algo de lluvia (cuatro gotas, literal), un señor refunfuñando porque habíamos dormido en la puerta de su bar (que se encontraba sospechosamente en primera línea de playa-río), un desayuno a plazos...


la disyuntiva de si nos llevábamos la cuerda o no...





...las botellas de ese refresco ideal llenas de pacharán y las mochilas que algunos (véase yo) intentaban que fuesen ligeritas, ligeritas y otros (véase Guille) parecía que iban a presentar al concurso "la carga de tu vida". Así partimos para el embalse de Respumoso, Respomuso, o yo qué sé como se llama.




La vista al llegar al Respumoso es espectacular. Hay que decir que esta era una expedición de sacar espinitas, pues cada uno tenía la suya particular. A saber, Guille el Balaitus que le tenía unas ganas tremendas; Pablo la Gran Facha porque la última vez que estuvo allí sacaron a su amigo en helicóptero; yo la Casa del Ingeniero, que es una casa en ruinas al lado de la presa de Respumoso donde hace ya bastantes años pasé la que creo ha sido la peor noche de mi vida en el monte. Me conformaba con tirarle un par de piedras para descargar mi ira contra ella, pero la busqué la busqué y no la encontré. Así que primera espinita que no salió.






El campamento base lo montamos en un lindo paraje al borde de un ibón (dícese en Aragón de los pequeños lagos pirenaicos) que en un principio creíamos que era el de Ranas y que llamaremos de Renacuajos porque estaba plagado de ellos, con unas vistas impresionantes sobre el circo de Respumoso y un confortable suelo mullidito lleno de montículos para que instalásemos nuestros chalets de pacotilla.





El primer asalto al refugio nos desveló que, a parte de tener que calzarte una chanclas bastante ridículas para entrar y de que todo era carísimo, la cocina no se puede utilizar -"abstenerse de usarla" lo decía bien clarito- ni por los que duermen en el refugio ni por los que veníamos de fuera. Pinkie y Winkie se hicieron la cena allí aun a riesgo de despertar a la fiera que tenía dentro el guarda, como bien pudo comprobar el Master por entrar con el chubasquero.






El ajedrez se convirtió en el mejor amigo del hombre ese día y el siguiente también porque la lluvia fuera y dentro de la tienda nos inclinó a posponer la primera jabatada hasta que mejorara el tiempo...


Bueno miento, cuando dejó de llover y se nos secó la ropa, la división de escaladores probó aventura a muchos metros de altura.




Guille lo hizo primero, justificando así el transporte de la cuerda...




y luego Borja que... Como no tenía bastante con subir y bajar, que era lo único que tenía que hacer, cuando ya se encontraba a sólo dos metros del suelo se llevó a su compañero Guillaume -sin que él se lo hubiera pedido- a un emocionante vuelo sin motor por encima del embalse de Respumoso, que terminó con los huesitos de éste chocando contra una pared demasiado dura para el gusto de su cadera.


Por fin el martes amanece soleado y las distintas secciones de la expedición partieron hacia sus destinos...

Pablo, Guille, Alba y Borja a coronar el Balaitus (3.144 m)...


el Master y yo a por la Gran Facha (3.005 m)...



y Fernando, lesionado el pobre, a cuidar el cortijo (otra espinita que añadir)


A mí el Master me abandonó en el collado (o lo abandoné yo a él para perderme por esos montes de Dios) así que subí sola a contemplar el mundo a mis pies.






En lo alto de la Gran Facha me encontré con una virgen (de las de rezar)...


...unas vistas acojonantes del Balaitus, que posteriormente sería conocido como El Invencible...



...y también del Middi d'Ossau o Boquita de Pez asomándose a contemplar el embalse de Respumoso.




Esto es un mojón, hito o montoncito de piedras que es importante no perder de vista para saber por donde va el camino.


Los detalles de la expedición balaitera se me pierden un poco por no haber estado presente pero lo que está claro es que a la espinita de Guille hay que sumarle la de Pablo, Borja y Alba porque no llegaron a la cima. Que lo cuente el que quiera.


Al caer la tarde volvimos al ibón de Renacuajos y cual sería nuestra sorpresa que nos lo encontramos lleno de tiendas. La especulación inmobiliaria había llegado a nuestra puerta y con ella un personaje curioso donde los haya: Gomaespumino. ¿Qué?... Gomaespumino... dícese de ese experimentado montañero de grandísimas gafas y gorra de visera ancha que ronda los cincuenta años y anda sobrado de batallitas -como dos piernas partidas en el Middi d'Ossau "pero no es un monte difícil"- que a falta de compañeros que le secunden en sus excursiones, se sube al monte con su hija quinceañera -que pasa un kilo de todo esto- para iniciarla en el mundo de dormir en suelo duro bajo un techo de tela y subir trepando por una pedrera para ver el mundo desde arriba. Nuestro querido amigo y vecino nos dio consejos, vino en una bota de cualidades magníficas, conversación de más, bautizó a Fernando como El Tranquilo por no haber venido con nosotros y lo acusó de haber estado toda la tarde sesteando mientras los demás nos dejábamos las rodillas por los montes de alrededor.





El miércoles El Tranquilo salió huyendo de Gomaespumino y de nosotros mismos con el buen propósito de asaltar un país extranjero. Nosotros nos fuimos para el valle de Llena Cantal con el propósito de asaltar el Tebarray que llevaba varios días comiendose la luna y ya le teníamos ganas.

Por el camino fuimos perdiendo a algunos miembros de la expedición...




Al Master en el ibón de Llena Cantal, donde también nos esperan todavía tres tabletas de chocolate derretido...




...y a Pablo en el collado de Tebarray porque las suelas casi lisas de sus botas no le daban mucha seguridad.



El Vignemale (3.298 m) y el Monte Perdido (3.355 m) nos observan y nosotros tan tranquilamente en lo alto del Tebarray (2.916 m)





Pero la jabatada del día no fue esta señores. La protagonizaron por este orden Pablo Weissmüller cruzando el ibón de Renacuajos a nado y su fiel escudero Master Correcaminos acudiendo veloz hasta la otra orilla con la toalla para que no se helara nuestro héroe. Prueba superada aunque algo de betadine terminó en el dedo gordo del pie del nadador.




El jueves fue día de recoger, de que un señor con pinta de troglodita (el de la foto) atacara a parte de nuestros amigos, de bajar a Sallent, de despedidas. Pablo, Alba y Guille tiraban para Madrid mientras el Master, Borja y yo nos tirábamos a la orilla del río en busca de una sombra donde echar una cabezadita para estar un poco descansados en el concierto de por la noche. Concierto donde el Master desató su furia fiestera invocando a los dioses de las musas egipcias que acudieron a rescatarnos de un sueño pirenaico a la orilla del embalse de Lanuza para que pudiéramos disfrutar de las melodías que salían de la garganta de Natasha y de los dedos de Doctor en todo su esplendor. Pero eso es otra historia.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Sencillamente... genial!

Anónimo dijo...

Soys uns jabatos...el año que viene yo me apunto...besazos a capazos!! mua

Anónimo dijo...

Y si se puede yo también. Mira que nunca he sido de montaña, ni mucho menos, pero cuentas las cosas tan bien, y pones unas fotos tan guachis que se anima uno a hacer el jabato a ver si así se pierden esos kilos de más que tanto afean nuestra figuara. Por cierto, la medida a Poyatos kung fu se le puede ir haciendo ya, porque fué el y no otro el que dijo que para Julio lo tenía. Y a fe que por las fotos se le puede declarar ganador, porque el Master y su gorra,...y Mantequilla, ay Mantequilla!...

susana dijo...

Pues claro que yo también me apunto, tango mucho mono de naturaleza. Aquí los parques tienen vallas...

Y lo de Mantequilla... a ver si es verdad y se apunta a una excursión jabata! por el momento a ver si consigo que me lleve de paseo por la isla!

elena dijo...

gracias susa, porque si no fuera por tí no habría colgado el temita de violadores del verso (me costó un rato hacerlo). lo que me sorprendió más fue encontrarlo en la radioblog francesa.

tengo que decir que entramos en aragón escuchando este temita que tanto juego nos ha dado en otras celebraciones en granada. pero es que la ocasión lo merecía...

también confieso que en este viaje me ha dado mucha morriña del norte y es que yo he vivido muchas cosas... en aragoooooooón, en aragooooooón, baby!!! soy de aragooooooón, soy de aragoooooón!!!

Anónimo dijo...

¡cabrones!¡hijos de puta todos!
ya puedo yo estar esperando a que vengais a por mi. ¡qué no tengo piernas! ¿creeis que es agradable estar debajo de una piedra envuelto en una bolsa de plástico? no paro de gritarle a la gente que pasa por aquí pero nadie me escucha.

primero me bañais en el jibón para ver si así me pongo durito. ¿no se os ocurre otra cosa? y luego me abandonais como a un perro en pleno comienzo de la operación salida.

¡qué viene un perro! ¡ehhh perrito! ¡¡¡ven aquí!!! cómeme por favor, que estoy muy riquiiiiii!!!!!!

elena dijo...

queridísimo chocolate:

quiero pedirte disculpas por haberte abandonado a dos mil metros de altura. es verdad que parece increíble que lo hicieramos porque otra cosa no, pero comer... hemos comido como si lo fueran a prohibir. no le hacíamos asco ni al glutamato ni al salchichón liposuccionado y tu eras un rico manjar que tendrías que haber terminado en nuestros estómagos.

sin embargo tengo que decirte que te envidio, que te ha tocado vivir los últimos momentos de tu vida (si te está devorando el perrete) en un paraje espectacular. a mí me gustaría estar al lado tuyo en la piedra (aunque no quisiera terminar entre los dientes de un can) contemplando el imponente tebarray junto al ibón que ahora contemplan tus ojos.

no te desanimes si el perro ha pasado de largo. todavía te queda la esperanza de que algún excursionista hambriento llegue hasta tu escondite alertado por tu agradable olor corporal y termine devorándote allí mismo.

espero que algún día nos puedas perdonar. un abrazo desde el sur para el norte

Anónimo dijo...

Oye, simpáticos, ke os escribo desde Navarrete xq al final no dio resultado lo de irme al monte con mi padre. Todo era una encerrona de mi madre para ke no fuera solo cuatro días xq sino se va rompiendo las piernas por ahí. El se hace el simpático con vosotros, ke si tomad vino, ke si mira que majo El Tranquilo ke no se mueve ni con una grua, ke si a mi hija ya se le ha pasado el arroz... Todo para hacerse el enrollao y luego me manda para Navarrete con mi abuela, así ke de enrollao nada. Ke cabrón!

Yo quería ir a las fiestas de Camorrillas de Arriba con mis coleguis del insti y no me dejaron xq decían que iba a ponerme hasta el culo de kalimotxo. Pues claro. Mi padre le da al vino y yo al tinto con coca-cola ¿k se cree?

Espero ke no os convirtais algún día en gomaespuminos como él xq da la barrila muxo y los ke tenemos que aguantarlo todos los días sabemos lo ke es. De todas formas creo ke teneis todos los puntos para serlo. ¿A kien se le ocurre llevar un martillo en la mochila? Solo mi padre lo haría...